
A diferencia del wifi convencional, el IWC está diseñado para operar en entornos exigentes: soporta temperaturas extremas, vibraciones, ruidos y brinda baja latencia, alta fiabilidad y capacidad para transmitir pequeños paquetes de datos de forma continua. Además, su gestión remota (cloud) es esencial para el mantenimiento operativo.
Los beneficios más destacados del wifi industrial incluyen:
Mayor productividad y eficiencia operativa: La interconexión entre los elementos automatizados que operan en el centro posibilita que el software mida el rendimiento cuidadosamente, maximizando la capacidad de trabajo de cada equipo.
Prevención de fallas: Los sensores incorporados a las máquinas envían constantemente información sobre el estado y el rendimiento de los equipos. Un software conectado a la red industrial se encarga de advertir al responsable sobre el estado de la maquinaria.
Optimización de procesos logísticos y detección de errores: La instalación de sensores y software que operan bajo wifi industrial permite identificar sobrecostos y errores en los procesos logísticos y de producción. El uso de la red inalámbrica industrial garantiza un envío rápido y fiable de los datos que procesan continuamente los sistemas conectados a la red.
Para que funcione adecuadamente, es necesario un diseño estratégico de red, considerando la ubicación de puntos de acceso y la cobertura total del área. Un despliegue bien planificado es esencial para evitar desconexiones, garantizar seguridad y mejorar la coordinación entre dispositivos automatizados.
El IWC es la base tecnológica para acompañar la transformación digital de depósitos y plantas industriales hacia un modelo más inteligente, seguro y eficiente.