Skip to content Skip to footer

EL DETRÁS DE ESCENA DEL IOT, LA CONECTIVIDAD

Martin A. Moreton, Gerente de ZYXEL Corp para la región de ConoSur y Perú, nos ofrece una visión profunda del impacto decisivo que la tecnología del Internet de las Cosas (IoT), combinada con las redes de fibra óptica, tiene en el sector agroindustrial. En su análisis, destaca cómo esta sinergia tecnológica está transformando fundamentalmente la manera en que se gestionan y operan las actividades agropecuarias, permitiendo una conectividad eficiente y una monitorización remota de todos los aspectos críticos de la producción.

La información en tiempo real es esencial para tomar decisiones fundamentadas, especialmente en entornos exigentes como la producción. Los avances tecnológicos en conectividad y presentación de datos son ahora más que nunca indispensables, pasando de ser una opción a una necesidad. En el ámbito agroindustrial, esta necesidad es aún más crítica, ya que una mejora en la tecnología no solo aumenta la productividad, sino que también contribuye a preservar la salud del producto, prevenir enfermedades y controlarlas de manera más eficiente.

Las redes, ya sean inalámbricas, alámbricas o de fibra óptica, constituyen la estructura invisible que sustenta toda la infraestructura del Internet de las Cosas (IoT). En el caso específico del agroindustrial, la conectividad a través de fibra óptica y la tecnología de redes GPON son fundamentales para cubrir largas distancias, protegerse contra interferencias electromagnéticas y garantizar una mayor seguridad frente a posibles amenazas. Estas redes ofrecen un ancho de banda capaz de gestionar comunicaciones en cualquier planta o industria, permitiendo el control de la seguridad perimetral, el monitoreo ambiental y la infraestructura de comunicaciones, así como la conexión de puntos para equipos Wi-Fi que actúan como nexo para lecturas manuales, comunicación celular y trabajo remoto en distintos puntos de control.

Las redes GPON tienen la capacidad de abarcar distancias de hasta 20 km con un sistema centralizado que garantiza la disponibilidad de todas las comunicaciones. Aunque la infraestructura sólida que sustenta estos avances tecnológicos no siempre es visible, es la base fundamental para el funcionamiento eficiente a largo plazo. Las terminales utilizadas en esta red ofrecen versatilidad para conectar sensores, controladores y lectores en un radio de acción de 20 km.

Un ejemplo concreto de la utilidad de esta tecnología es la Agropecuaria La Lucila, donde de la mano del integrador Comunitel S. A.  se implementó la conectividad en todos sus sitios, incluida la parte experimental. Esta última requiere una carga tecnológica más intensa debido al control de la temperatura, el manejo del alimento, el peso de los animales, el monitoreo del agua y la recopilación de datos esenciales para la investigación y el progreso. Gracias a la tecnología GPON, los galpones ubicados a kilómetros de la central pueden estar conectados a Internet, lo que permite un control remoto eficiente en todo momento. De esta manera, La Granja La Lucila se convierte en un referente en su sector, destacando por su adopción de tecnologías avanzadas de control y monitoreo.